4 Malas Excusas para Descuidar las Misiones Mundiales

Jesús le dio a todo cristiano un llamado claro: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15 LBLA). La iglesia primitiva tomó este mandato seriamente, esparciendo el fuego incontrolado del evangelio muy lejos. Pero la iglesia moderna no ha mostrado el mismo celo radical para las misiones y evangelismo. De hecho, en el 2019, sólo el 45% de asistentes de iglesias han compartido su fe en un periodo de seis meses. ¿Porque nuestro testificar es tan débil cuando el llamado de Jesús fue tan claro?
En este articulo, identificaré cuatro de las mayores excusas misioneras y, llamaré a todo cristiano a refrescar su compromiso a la misión de Dios. Mientras lees, te invito a gentilmente considerar tu propia vida. ¿Haz creído alguna de esas mentiras? Si es así, ahora es el tiempo de restaurar tu compromiso con la Gran Comisión de Dios.
Excusa #1: “¡No soy Llamado!”
La primera excusa es obvia pero trágica. hoy, millones de cristianos profesos niegan intensamente el llamado al evangelismo y misiones.
Una encuesta del 2018 de Barna revela esto poderosamente. El grupo de Barna encuestó a 1,714 cristianos profesos que habían hablado de su fe al menos una vez en los últimos cinco años. De esta prueba, sólo el 64% creía que todo cristiano tiene responsabilidad de evangelizar. ¡Sí, un tercio de esta prueba negó su responsabilidad individual de predicar el evangelio! (Uno debe preguntarse—¿Cuán más trágico para aquellos que no han compartido su fe en cinco años?)
¿Cómo muchos pueden haber olvidado su llamado evangelístico? El estudio revela una razón principal: 29% de los encuestados creen que el evangelismo es la tarea de la iglesia local ( la reunión y clero), no del cristiano individual. Esta mentira ancestral ha cerrado los labios de los cristianos modernos: “¡El evangelismo es para el púlpito, y yo soy de las bancas de la iglesia!.”
 
En Marcos 16:15, Jesús impartió un valiente llamado a todo creyente — “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (LBLA). En Hechos 1:8, Él promete el poder necesitado para completar este llamado: “Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos . . . y hasta los confines de la tierra” (LBLA). ¿Se excluyeron a sí mismos los discípulos del día a día de la iglesia primitiva de este llamado tan grande? No — en vez de eso, “todos fueron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban la palabra de Dios sin temor alguno” (Hechos 4:31 NVI). Esta fue una iglesia en marcha; ¡Una iglesia victoriosa en la misión! ¡Es tiempo de poner a esa iglesia en marcha nuevamente! La iglesia moderna desesperadamente necesita reconocer y obedecer su llamado celestial.
William Booth dio un desafío sorprendente para los cristianos negligentes de su tiempo. Sus conmovedoras palabras aún suenan claramente un siglo después si abriéramos nuestros corazones a la verdad en eso:
“‘¡No llamado!’ ¿Dijiste?. Creo que deberías decir ‘No oí el llamado’. Pon tu oído hacia tu Biblia, y escúchalo mandándote a ir y sacar pecadores del fuego del pecado. Pon tu oído en el corazón de la humanidad quebrantado y agonizante, y escucha su gemido de lamento por ayuda. Ve y párate por las compuertas del infierno, y escucha al condenado rogarte a ir a la casa de su padre y rogarle a sus hermanos y hermanas, siervos y maestros no ir a ese lugar. Luego mira a Cristo a la cara — cual misericordia profesaste obedecer — y dile si unirás corazón, alma, cuerpo y circunstancias en la marcha a dar a conocer Su misericordia al mundo.”
 
Todos nosotros somos llamados a ganar al perdido para Cristo y alcanzar las naciones por medio de ir, dar, orar ó enviar. La única pregunta es — ¿Obedeceremos ó desobedeceremos? Reconoce tu llamado el día de hoy, y sigue a Jesús en vida o en muerte.
 
Como Jesús llamó, “¡Síganme, y los haré pescadores de hombres!”
Excusa #2: “¡No tengo el tiempo!”
Otros reconocen su llamado celestial, pero se excusan a sí mismos por su ocupada agenda. 
Una encuesta del 2014 revela que casi la mitad de los cristianos profesos viven aturdidos espiritualmente por sus listas de quehaceres. De las pruebas, el 42% dijo que batallan para encontrar tiempo de orar y estudiar la Biblia. ¿Cuánto más para el evangelismo, el cuál Charles Spurgeon lo llamó ‘una tarea pesada’? Si batallamos para encontrar tiempo de recibir consuelo y liberar nuestras cargas a través de la oración y estudio de la Biblia, ¿Cuán más difícil será tomar las cargas de Jesús y sufrir burlas y ridiculización a través del evangelismo bíblico?
Sea que lo digamos en voz alta o no, muchos de nosotros creemos que no tenemos tiempo de compartir las buenas nuevas. Otras cosas parecen ser mas urgentes — ese proyecto del trabajo; ese examen; ese nuevo problema politico. Pero debemos ser honestos con nosotros mismos. Nada es más urgente que el destino eterno de nuestro prójimo. Si no tenemos tiempo de arrebatarlos de las llamas del infierno, nuestras prioridades están desesperadamente fuera de rango.
(Es más — ¿Realmente ‘no tenemos tiempo’? Si es así, debemos preguntarnos — ¿Cómo tuviste tiempo para leer este artículo, o chequear tu Facebook?)
Es fácil hundirse bajo una agenda ocupada. Trabajo, familia, amigos, y estudios constantemente compiten por nuestra atención. Es por eso que Pablo nos da a cada uno de nosotros un mandato radical: “Por tanto, tened cuidado cómo andáis; no como insensatos, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos” (Efesios 5:15-16 LBLA). La palabra aquí traducida para ‘aprovechando bien’ es la palabra griega exagorazo— un término financiero. Significa “acaparar . . . rescatar de la pérdida . . . redimir por medio del pago de un precio para recuperar el poder de otro.” Otro poder—el Reino de Oscuridad—ha venido en alianza para robarnos nuestro tiempo de la Gran Comisión. Jesús nos llama a rescatar ese tiempo de la pérdida. Si no lo hacemos, Pablo nos llama “hombres insensatos.” ¿En qué categoría caeríamos tú y yo?
Samuel L. Brengle dio una exhortación inspiradora sobre este tema en su clásico, ‘El Secreto del Ganador de Almas’. Mientras lees esto, considera la sabiduría o insensatez de tus propios hábitos de agenda:
“La diferencia entre las personas sabias e insensatas, ricos y pobres, santos y pecadores, redimidos y no redimidos, generalmente no se debe tanto a las diferentes circunstancias y al comienzo que tuvieron en la vida, como lo es en la diferencia en el uso de su tiempo. Uno lo usó con propósito mientras que el otro lo desperdició. Uno fue un avaro de minutos, el otro fue un derroche de días, meses y años. Uno siempre estuvo activo, llenando en toda hora búsqueda por la verdad, oración a Dios, comunión con Jesús, servicio a los demás, aconsejando a los santos, y advirtiendo o implorando a las almas vagabundas, mientras que el otro estuvo desaprovechando la oportunidad del presente pero lleno de sueños vagos por un futuro elusivo, y cada vez más difícil de alcanzar. Uno camina pacientemente y con seguridad hacia la gloria, el honor, la paz, la inmortalidad y la vida eterna, mientras el otro se deriva soñando, pero ciertamente, hacia las regiones de “indignación e ira, tribulación y angustia” (Romanos 2:8-9 RV) y finalmente aterriza en el infierno.”
¿Dices que te haz rendido totalmente a Cristo? Considera lo que esta robando tu tiempo del llamado eterno de Dios. Haz los cambios necesarios, para que no acabes tu vida en lamento por tu negligencia espiritual. Como dijo C.T. Studd, “Sólo una vida, pronto pasará. ¡Sólo lo que es hecho por Cristo permanecerá!”
Excusa #3: “No tengo el dinero!”

Todos sabemos lo que es batallar en las finanzas. Desafortunadamente, muchos cristianos modernos usan sus problemas financieros como una excusa para olvidar las misiones mundiales. De hecho, sólo el 5% de cristianos profesos dan 10% o más de sus ingresos a causas cristianas. De esta escasa cantidad, sólo el 6.4% de donaciones realmente apoyan los esfuerzos misiones de afuera, y sólo el 1.3% va a los grupos de personas no alcanzadas y no evangelizadas. ¡Qué miserable imitación de nuestro generoso Salvador!

Aquí está la verdad. Los cristianos evangélicos podrían plantar una iglesia en cada grupo de personas no alcanzadas con sólo el 0.03% de sus ingresos. De acuerdo a Traveling Team, “La iglesia tiene aproximandamente 3,000 veces los recursos financieros y 9,000 veces los recursos humanos necesitado para finalizar la Gran Comisión.” ¡Si no tenemos el dinero, es probablemente porque estamos asignando inadecuadamente los fondos! (Y lo estamos haciendo — más en la siguiente sección).

Billy Graham dijo algo que debe hacer que cada uno de nosotros nos detengamos y reflexionemos: “Dame cinco minutos con el talonario de cheques de una persona y, te diré donde está su corazón.” Esta es la verdad: Dios examinará nuestro talonario de cheques en el fin de los días. Nosotros le “daremos cuentas por cada palabra indiferente que [nosotros] hablamos” (Mateo 12:36 NVI) —y toda compra vana que hagamos. ¿Cómo nos irá? ¿Veremos que vivimos con una boca abierta y manos cerradas? ¿Identificará Jesús las comodidades que podríamos haber dejado ir para apoyar la misión de Dios de salvar a los pecadores del oscuro gancho del infierno? En ese momento, tanto pecadores y santos ya ocuparán la dicha eterna o la miseria. No tendremos tiempo de cambiar nuestros hábitos de gastos. ¡Oh amigos, con urgencia, arrepintámonos de nuestra mezquindad hoy!
Quizás tú quieres dar, pero sientes que Dios no valorará tu donación porque no tienes para dar tanto como los demás. No te desanimes. Lo que le agrada a Dios es la generosidad de nuestro corazón. Recuerda como Jesús respondió a la mujer que dio dos monedas en el tesoro del templo: “En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos los contribuyentes al tesoro; porque todos ellos echaron de lo que les sobra, pero ella, de su pobreza echó todo lo que tenia poseía, todo lo que tenía para vivir” (Marcos 12:43-44 LBLA).

¿Tienes poco para dar? Da generosamente. Jesús lo valora aún más — y Él proveerá tus necesidades. Como Pablo le dijo a los Filipenses después que hicieron una generosa donación misionera — “Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19 LBLA). No necesitas temerle a la generosidad cuando Dios es tú proveedor.

Excusa #4: “¡HAY MUCHO TRABAJO POR HACER EN CASA!”

No necesito estadísticas para esta excusa, porque la he escuchado yo mismo una y otra vez. Cuando uno menciona las necesidades en el campo misionero extranjero, muchos cristianos modernos lo desvían al señalar las necesidades en casa. Esto se cae en su propio rostro por al menos dos razones.
Primero, esta excusa usualmente resulta falsa. Muchos de los que afirman tal preocupación por el hogar no han compartido el evangelio en el ultimo año — si es que lo han hecho alguna vez. La verdad es que, muchos de nosotros somos adictos a la comodidad, y usamos esto como una excusa para quedarnos sentados en casa.

Segundo, esta excusa se demuestra estadísticamente infundada. Las necesidades en el hogar palidecen en comparación con las necesidades en la Ventana 10/40.

El 98.5% de la población de América tiene amplio acceso al evangelio. El 77.5% de ciudadanos americanos profesan el cristianismo. Por lo menos, eso significa que tienen mucho acceso al evangelio si lo desean. Ellos podrían visitar una de nuestras casi 400,000 iglesias evangélicas. Ellos podrían buscar la Palabra de Dios a través de la TV, radio, libros, o el internet. Ellos podrían buscar perspectiva espiritual a través de uno de sus muchos conocidos cristianos. En general, ellos evitan toda oportunidad del evangelio con indiferencia. Sin embargo, 99.7% de tus diezmos va hacia alcanzarlos una y otra vez más. ¡Qué escándalo!
Mientras tanto, 3.09 billones de personas tienen acceso mínimo o ningún acceso alguno al evangelio en la Ventana 10/40 Window. Eso es casi la mitad de la población mundial—y la mayoría de ellos nunca han oído claramente el mensaje de salvación. Más del 80% de los más pobres del mundo viven ahí, sobreviviendo con menos de $1 al día. Muchos no pueden visitar la iglesia del vecindario, porque el mundo no alcanzado sólo tiene 1 misionero cristiano por cada 216,300 personas. Muchos no pueden mirar el evangelio en la TV o escucharlo en la radio, y pocos reciben literatura del evangelio. Y la mayoría no puede preguntarle a un amigo cristiano sobre Jesús, porque muchos no conocen a ningún cristiano. A pesar de todo, la iglesia sólo envía el 0.5% de sus ofrendas y sólo el 3.3% de sus misioneros a alcanzar esas masas no alcanzadas. ¡Qué desorden! ¡Qué injusticia! ¿Seremos tú y yo cómplices en este gran pecado de nuestra generación?
Con estos hechos considerados, permite que Oswald J. Smith te desafíe a una reforma radical de misiones. Él dijo:
“¿Qué harías si vieras a diez hombres levantando un tronco y nueve de ellos están en un extremo y sólo uno en el otro extremo del tronco? ¿Dónde ayudarías? ¿Por qué no ayudarías al final donde el uno estaba levantando sólo? ¿Necesito decir más? Es el campo extranjero que más necesita nuestra ayuda. Este es entonces el trabajo más importante de la hora: terminar la tarea inacabada. ‘¿Cómo oirán sin un predicador (o un misionero), y cómo predicarán si no son enviados?’”
Iglesia, adoptemos la ardiente ambición de Pablo — “predicar el evangelio donde Cristo no es conocido” (Romanos 15:20 NVI).
Un lado del tronco tiene muchos trabajadores. Es tiempo de levantar el otro lado del tronco de misiones — en oración, finanzas, abogacía y, (si Dios llama) en persona. Mientras lo haces, recuerda la promesa de misiones de Jesús: “Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20 NVI).
¿Qué hay de ti? 3 preguntas para evaluación personal
1. Jesús dijo, “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” ¿Haz hecho de esto tu meta y práctica? Si no es así, ¿Por qué no?
2. ¿Haz usado alguna de estas cuatro excusas para descuidar las misiones? ¿Cuál(es)? ¿Esa excusa aún tiene sentido para ti?
3. ¿Qué otras excusas haz escuchado o usado con respecto a este tema?
4. ¿Cómo responderías la siguiente vez que te sientas tentado a poner una excusa para descuidar las misiones mundiales?
Te animamos a tomarte un tiempo para reflexionar y orar sobre el contenido en este artículo. También amaríamos oír sobre tus pensamientos con respecto a este articulo en los comentarios debajo. ¡Que seas bendecido mientras COMPARTES LA ESPERANZA DE DIOS!
 
 
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JJ Weller es un escritor, editor, y creador para Message Ministries and Missions. Él ha servido en evangelismo a través de Message Ministries por 6 años—emocionado de predicar la salvación de Jesús a miles y enseñar evangelismo bíblico a cientos. Él tiene una pasión por la Gloria de Dios, el verdadero evangelio, evangelismo bíblico, avivamiento bíblico e histórico, y la salvación de los no alcanzados. JJ Weller vive con su hermosa esposa, Cynthia, en Lima, Perú. 

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