Hoy, 3 billones de personas nunca han oído el evangelio de Jesucristo. El 97% de ellos viven en una región llamada La Ventana 10/40. Aún así, la iglesia sólo envía el 0.5% de sus ofrendas y el 3.3% de sus misioneros a alcanzar a estas masas no alcanzadas. Esto debe cambiar ahora. Debemos priorizar la Ventana 10/40 en nuestra estrategia misionera. En este artículo, ofrezco 4 razones del por qué deberíamos.
#1 La Ventana 10/40 es la región más inalcanzada del mundo
Primero, debemos priorizar la Ventana 10/40 porque es la región más inalcanzada en el mundo.
Quizás las estadísticas parezcan descabelladas. “¿Me estas diciendo que crea que billones nunca han oído el evangelio?” Entiendo si estas sorprendido, y ciertamente no estoy juzgando que no sepas de ello. Vivimos en una cultura tan saturada del evangelio. No tenemos radar para la idea de “grupos de personas no alcanzadas”. El evangelio está en todos lados, ¿verdad?
No exactamente. En realidad, casi la mitad de la población mundial nunca ha oído el evangelio claramente. Aproximadamente, 3.14 billones de personas hoy (41.6% de todos) viven en lo que llamamos grupos de personas no alcanzadas (UPGs). UPGS son grupos étnicos con muy pocos cristianos evangélicos (2% o menos). Muchos viviendo en los UPGs nunca han oído el nombre de Jesús. La mayor nunca ha escuchado claramente el evangelio. 97% de ellos, 3.10 billones de personas—viven en la Ventana 10/40. ¿Cuáles son las ramificaciones? Si Jesús regresase hoy, 41.6% de la población mundial se iría al infierno inadvertidos.
¿Esto te preocupa? Debería. Antes de ascender a cielo, Jesús nos dio un mandato final: “Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones” (Mateo 28:19 NVI). Dos mil años después, esta misión vital permanece incompleta. En esta hora crucial de la historia, debemos empezar a cuestionar nuestra obediencia. Si Jesús dijo, “Vayan a todas las naciones,” ¿por qué debemos excluir a la mitad? Si Jesús ordenó que discipulemos a todos los grupos de personas, ¿por qué nos hemos enfocado en 9,929 y. Hemos excluido 7,165 (41.6% de la población del mundo)?
Debemos recordar—Jesús no dijo, “Vayan a algunas partes del mundo,” sino “a todo el mundo.” Por lo tanto, nosotros debemos cambiar nuestro enfoque de los alcanzados del mundo a los no alcanzados. Las almas cuelgan en la balanza. Como William Carey suplicó, “¿No podemos hacer más de lo que estamos haciendo?” Cada uno de nosotros puede ayudar la causa de los no alcanzados por medio de oración, al dar, o ir. ¿Cuál es tu rol? ¿Cuál es el mío?
#2 La Ventana 10/40 es el Campo Misionero Menos Financiado y Ministrado
Segundo, debemos priorizar la Ventana 10/40 porque es el campo misionero menos financiado y ministrado del mundo. ¿Dónde sería mejor colocar un enfoque fresco?
¿Cómo llegamos aquí? Hace dos mil años, Dios nos llamó a ir a todo el mundo. Hace unos 300 años, comenzamos esta misión de nuevo. Trabajamos arduamente. Hombres y mujeres sacrificaron sus vidas como mártires por la causa del evangelismo mundial. Predicamos el evangelio, hicimos discípulos, plantamos iglesias y transformamos culturas. Miramos en las regiones más allá de donde Cristo aún no había sido nombrado, buscando ganar el mundo para Jesús.
Luego en algún momento, miramos atrás.
No escribo esto para hacerte sentir culpable, sino para impartir la carga y la visión de los grupos de personas no alcanzadas. Pablo dijo: “En efecto, mi propósito ha sido predicar el evangelio donde Cristo no sea conocido” (Romanos 15:20 NVI). Ya es hora de que cada uno de nosotros comparta esa ambición. ¿No te parece?
En tercer lugar, debemos priorizar la Ventana 10/40 porque es la región más empobrecida del mundo.
Dios nos llama a “recordar a los pobres” (Gálatas 2:10). Más del 80% los más pobres de los pobres viven en la Ventana 10/40 y sobreviven con menos de $1 por día. Sin embargo, solo el 3.3% de los misioneros cristianos trabajan entre ellos. ¿El 80% de los pobres del mundo recibe solo el 3.3% de los misioneros cristianos del mundo? ¡Qué difícil de creer! Algo está claramente mal ¡Hemos fallado de ofrecer ayuda a quienes más la necesitan!
Tal vez sea fácil digerir los números, pero no las historias. En la Ventana 10/40, billones viven sin necesidades simples como agua limpia, hogares seguros y atención médica. Los niños crecen en basureros, corriendo descalzos y desnudos en charcos de agua contaminada (lo presencié en el barrio pobre de Steung Meanchey, Camboya). Desesperados por los ingresos, los padres venden a sus propios hijos en el comercio sexual para obtener ganancias financieras. La pobreza lleva a la desesperación, lo que lleva a una inmoralidad increíble.
Pero no debemos permitir que esa oscuridad moral nos disuada de ofrecer la luz de Jesús. Los pobres deberían importarnos porque le importan a Él. No olvides que Jesús vino “a anunciar buenas nuevas a los pobres” (Lucas 4:17-19 NVI). Él instruyó a sus discípulos: “Vende tus posesiones y dáselo a los pobres” (Lucas 12:33 NVI). En el Sermón del Monte, Jesús dice: “/ cuando/das a los necesitados”, no / si… / (Mateo 6: 2 NVI).
Los autores del Nuevo Testamento también vieron a los pobres como una parte vital de su misión. Antes de que los apóstoles comisionaran oficialmente a Pablo, ellos dieron instrucciones claras—”Solo nos pidieron que nos acordáramos de los pobres, y eso es precisamente lo que he venido haciendo con esmero” (Gálatas 2:10 NVI).¿Compartimos el mismo entusiasmo que Pablo—recordar a los pobres? Para “defender la causa de los pobres y necesitados… ¿qué significa conocer a [Dios]” (Jeremías 22:16 NVI)?
Cualquier misión que descuida a los pobres es incompleta.
Y hemos descuidado al 80% de los más pobres del mundo. Por lo tanto, hemos perdido radicalmente el estándar de misiones de Dios. Jesús ordena que nos preocupemos. Ya es hora de que empecemos. Si el 80% de los más pobres de los pobres viven en la Ventana 10/40, ¿Dónde sería mejor colocar un enfoque fresco?
Finalmente, debemos priorizar la Ventana 10/40 porque es una capital mundial de la opresión demoníaca. Jesús es ungido “para liberar a los oprimidos” (Lucas 4:18 NVI). Él nos ha dado “autoridad para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo” (Lucas 10:19 NVI). Ninguna región necesita el poder liberador de Jesús más que la Ventana 10/40. ¿Podemos refrenar la ayuda que necesitan?
En la Ventana 10/40, la mayoría de las personas viven con un profundo temor a los espíritus malignos (a excepción de algunas naciones ateas). Ofrecen sacrificios diarios para apaciguar a sus antepasados, evitando represalias y buscando la bendición. Estatuas de demonios y espíritus adornan casi todas las calles. Los reportes de encuentros con fantasmas abundan. Muchas culturas buscan regularmente brujos, psíquicos, espiritistas, bendiciones, hechizos y pociones, y temen maldiciones y presagios.
Los temores demoníacos de la Ventana 10/40 no son infundados. Los habitantes de la Ventana 10/40 temen a los espíritus malignos porque han vivido bajo el dicterio del mal. Las fuerzas demoníacas funcionan al aire libre allí, propagando tormentos, confusión, rabia y adicción. Nuestros socios nos cuentan regularmente historias de los ataques demoníacos más impactantes.
Sólo daré un ejemplo.
Un hombre birmano de 19 años vivió bajo una severa demonización desde los 15 años. La enfermedad demoníaca, la locura y la ira lo atormentaban constantemente y a menudo lo conducían desesperadamente hacia la jungla. Pronto se volvió tan violento que sus maestros tuvieron que sacarlo de la escuela, y sus propios padres lo encerraron en su habitación y lo encadenaron a su cama. Buscaron todas las curaciones posibles, pero ni la medicina ni los monjes ni el misticismo podían cambiar el rumbo. Pronto, los padres se reunieron con nuestro colaborador, Pastor J, y le pidieron que orara por su hijo.
Lo que sucedió a continuación debería sorprendernos. Nuestro colaborador oró por el joven en el nombre de Jesús, y el espíritu atormentador se fue de inmediato. ¡En cuestión de segundos, Jesús había liberado al joven de la locura que cuatro años de las mejores curas de Asia no podían curar! ¿Te imaginas la alegría y el alivio que experimentó su familia? Pronto el joven recibió a Cristo, y hoy preferiría morir antes que rechazar a Jesús. ¿Quién podría culparlo?
En Juan 4:35, Jesús dijo, ¿No dicen ustedes: “¡Abran los ojos y miren los campos sembrados! ¡Ya la cosecha está madura!” (NVI). Quiero hacer eco de su llamado.
Levanta tus ojos y mira los 3 billones de almas que nunca han oído hablar de Jesucristo.
Levanta tus ojos y mira a billones atrapados en la pobreza.
Levanta tus ojos y mira una generación burlada por los demonios.
Sí, mira esos campos oscuros y date cuenta que pocos obreros trabajan allí para iluminar la luz de Jesús.
Pero no solo mires. Haz algo. Empieza a orar. Aboga por los no alcanzados con tus amigos, familiares, líderes espirituales y mentores. Apoya a los misioneros de la Ventana 10/40. Si eres pastor, reforma radicalmente tu programa de misiones. Si Dios llama, ve. Como dijo Keith Green: “Esta generación de cristianos es responsable de esta generación de almas en la tierra”. Cada uno de nosotros tiene una sola vida que ofrecer en obediencia a la Gran Comisión de Jesús. No perdamos nuestra oportunidad.